domingo, 8 de septiembre de 2013

La Formulación de Hipótesis

La Formulación de Hipótesis La formulación de cualquier hipótesis debe respetar estándares establecidos por la epistemología; el cuadro 1 presenta los aspectos más sobresalientes. De estos, quizá el más importante y que ayuda a formular, propiamente dicho, a una hipótesis es el requisito que establece la forma sintáctica, o sea, la manera en que se redacta o se escribe una hipótesis. Cuadro 1 Algunas Características para la Formulación de Hipótesis No debe contener palabras ambiguas o no definidas Los términos generales o abstractos deben ser operacionalizables. Esto es, tendrán referentes o correspondencias empíricas (hechos, objetos, fenómenos reales) Los términos abstractos, que no tienen referente empírico, no son considerados Los términos valorativos no se consideran por no comprobarse objetivamente Cuando sea posible, debe formularse en términos cuantitativos La forma sintáctica debe ser la de una proposición simple. En ningún caso puede tener la forma de interrogante, prescripción o deseo La hipótesis causal o estadística debe considerar sólo dos variables Deberá excluir tautologías. Esto es, repetición de una palabra o su equivalente en una frase Deberá evitar el uso de disyunciones; las que aparecen en proposiciones compuestas del tipo p o q, donde p y q son proposiciones simples cualesquiera Deberá estar basada en el conocimiento científico ya comprobado y tomarlo como punto de partida. Esto es, considera al marco teórico Deberá ser doblemente pertinente: a).- en su referencia al fenómeno real de investigación y b).- en el apoyo teórico que la sostiene Deberá referirse a aspectos de la realidad que no han sido investigados aún, ya que un objetivo de la actividad científica es la producción de nuevos conocimientos, y Finalmente, una característica de la HIPOTESIS CIENTIFICA es su falibilidad. Esto implica que una vez comprobada puede perfeccionarse a través del tiempo. Los antecedentes modernos para la formulación de una hipótesis están en la lógica matemática (simbólica o proposicional), y a la vez han sido obtenidos de la lógica formal. La lógica tradicional se dedicaba a estudiar, desde el punto de vista formal, a los juicios, los conceptos y los razonamientos; todas las formas discursivas eran consideradas como modificaciones, bien del juicio, bien del concepto o bien del razonamiento. Por esta razón, la hipótesis era comprendida por la lógica tradicional como forma específica del razonamiento o como juicio. La hipótesis era estudiada en la sección de razonamientos inductivos. Recordemos que el juicio es un pensamiento en el que se afirma o se niega algo de algo. Además el juicio tiene una estructura cuyos elementos son: el sujeto (u objeto del juicio: la cosa de la que afirmamos o negamos algo en el juicio, y si sabemos de que cosa afirmamos o negamos algo, tenemos el sujeto del juicio); el predicado (lo que se afirma o niega acerca del objeto), y la cópula (establece que lo pensado en el predicado es propio o no del objeto del juicio). Tomando algunos conceptos de la lógica matemática, se puede decir que la _forma sintáctica de una hipótesis es la de una proposición simple_. Las proposiciones son pensamientos en los que se afirma algo, y que se expresan por ello mediante enunciados u oraciones declarativas. Recuérdese que las oraciones (conjuntos de palabras que expresan pensamientos completos; o como lo hemos aprendido desde nuestra formación básica, una oración tendrá sujeto-verbo-complemento), se dividen en declarativas, imperativas, interrogativas y exclamativas. Reiterando, una proposición es equivalente a una oración declarativa, y ésta será la forma de redactar o formular una hipótesis, la cual tendrá Sujeto: la cosa de la que afirmamos o negamos algo; Verbo: palabra que en una oración, expresa la acción o el estado del sujeto; Predicado: lo que se afirma o niega del sujeto. Entonces, ejemplificando la redacción de algunas oraciones se tiene lo siguiente: 1) El universo esta formado por átomos de hidrógeno 2) ¡Maldita sea mi suerte! 3) ¿Qué pasó con la iniciativa de pena de muerte? 4) ¡No me molestes más! En el ejemplo anterior, la oración uno es de mucha importancia por ser declarativa, ya que está afirmando algo que puede ser falso o verdadero. Otros ejemplos de oraciones declarativas pueden ser: Atenco está en México, y, México está en América, por lo que ambas oraciones a la vez son proposiciones. Sin embargo, una proposición también se puede representar por una expresión matemática, como la siguiente: (x+y)2 =x2+2xy+y2; tal ecuación es una proposición porque transmite algo que es verdadero. Entonces, sólo de las oraciones declarativas puede decirse que transmiten una proposición, que por ser una afirmación, es verdadera o falsa. Por lo que la formulación de cualquier hipótesis es equivalente a tener un enunciado que tiene la presentación de una oración declarativa. Alguna variante a esta forma es un grave error, y será cualquier cosa, menos la formulación de una hipótesis. Nuestro trabajo de muchos años en la cartografía y clasificación de suelos ha permitido generar información para formular algunas hipótesis. Las siguientes son ejemplos de proposiciones simples, que cumplen con los requisitos para ser una buena hipótesis. • Las tierras según la percepción de los campesinos se delimitan por fotointerpretación. • Los mapas de suelos elaborados con el procedimiento de clases de tierras campesinas son más exactos y precisos, que aquellos con el procedimiento del levantamiento agrológico y la carta edafológica de INEGI. Estas proposiciones están respaldadas por gran cantidad de trabajo que se ha desarrollado en el transcurso de varios años. Por ejemplo, en el primer caso, el punto inicial fue demostrar que en efecto, los campesinos tienen conocimiento del recurso suelo, lo cual ha sido posible básicamente a través del enfoque de la Antropología y la Etnología, y específicamente por la Etnoedafología. Por lo que, entonces es posible redactar dicha oración, que cumple los requisitos para ser una hipótesis, la cual se ha comprobado, y cuyo producto final ha sido un procedimiento para la elaboración de mapas de suelos hasta el nivel parcelario. Con esta información fue posible pensar en la formulación de la siguiente hipótesis, cuya comprobación pertinente ayudaría a criticar el trabajo de elaboración de mapas de suelos con el procedimiento técnico. Esto también ha sido demostrado plenamente. El evento de formulación de las hipótesis permite plantear dos preguntas básicas, antes de tener la redacción del enunciado: 1. ¿Cómo se originan las ideas básicas para su generación?, lo cual lleva al contexto de descubrimiento, y, 2. ¿Cómo se justifican?, lo cual lleva al contexto de justificación; o en otras palabras, cómo se comprueba la validez de una hipótesis. El contexto de descubrimiento es el aspecto más relacionado con la formulación de las hipótesis, por lo que se debe saber cómo llegar a una oración declarativa que se transforma en la hipótesis que guiará nuestro trabajo de investigación. Este aspecto aparentemente sencillo, es la actividad más importante del trabajo científico, y se realiza a través de la inducción. Recordemos que la inducción es un procedimiento del razonamiento que va de lo particular a lo general. Se parte de hechos particulares (casos concretos) y se llega a conclusiones generales acerca del tipo a que pertenecen los hechos particulares considerados. ¿Cómo se Formula cualquier Hipótesis? Se tienen dos grandes vías a partir de las cuales se descubren hipótesis y por lo tanto se formulan o redactan: 1. A partir de la razón (razonando) y 2. A partir de la experiencia, usando la inducción. En ambos casos es importante recalcar que el científico ha tenido una etapa previa de observación y acumulación de datos relacionados con el problema de la naturaleza que está investigando; por lo que la tradición científica permite desprender al menos cuatro procedimientos que llevan a la formulación de hipótesis, [o la manera en que escribiremos una oración declarativa]. Entonces, podemos "descubrir" una hipótesis a través de: 1) La información respecto a la observación de un fenómeno es tan clara que conduce fácilmente a una hipótesis, 2) El científico tiene una serie de convicciones o prejuicios filosóficos, producto de una gran experiencia en torno al problema que aborda. Lo cual lo conduce fácilmente a una hipótesis, 3) Un sueño en torno al problema de interés sugiere una hipótesis y su redacción correspondiente, y 4) Una analogía, con relación al problema de interés podrá conducir a la hipótesis buscada. Es muy recomendable referirse al punto 1, ya que es más accesible observar y generar información, o leer lo que ya esta editado acerca de un determinado fenómeno de la naturaleza, y así llegar a formular alguna hipótesis, relacionada con el problema que abordamos, y que aún no haya sido investigado. Sin embargo, recordemos que en la construcción de una hipótesis ocupa un lugar especial la formulación de la idea nueva, que hace las veces de proposición. La aparición de nuevas ideas es condición indispensable para la construcción de hipótesis; pero de ideas precisamente nuevas, insólitas, que permitan edificar el sistema de conocimiento sobre otra base, distinta por principio de las anteriores. Tal vez no se precise más que una sola cosa: la idea ha de ser completamente "loca" en comparación con los conceptos establecidos hasta el momento en que se tiene pensado formular tal hipótesis. Sólo a base de una idea nueva, como principio fundamental, se crea una hipótesis. Por lo tanto, ¿cómo iniciamos la formulación de cualquier hipótesis? La respuesta es sencilla: 1) Después de conocer (observar) los hechos, 2) Después de estar bien documentado en torno a los hechos que nos interesen, y 3) Después de entender que para llegar al punto dos, podrán pasar varios años de observación (esto es, observando, midiendo, experimentando) y/o documentación. Sólo y sólo entonces, es posible formular alguna hipótesis. Ejemplos de la Formulación de Hipótesis en Diferentes Campos del Conocimiento Analicemos algunos ejemplos para comprender cómo se han formulado hipótesis en varios campos del conocimiento. Primer ejemplo: En el anexo de este documento se presenta un escrito inédito del profesor Huberto Quiñones Garza, quien dedicó toda su vida profesional a la enseñanza de la geología y mineralogía de los suelos, en el Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas y en la Universidad Autónoma Chapingo; pero además su gran cultura y preparación le permitieron indagar en varios aspectos del conocimiento científico. En dicho trabajo, es posible observar la estructura clásica de un artículo científico en donde se aborda un determinado aspecto de la realidad; en este caso denominado, "Sobre el ciclo maya de 819 días", que es de mucha trascendencia para la matemática y la antropología. El trabajo inicia por la lectura y comprensión de lo que se ha escrito y editado al respecto hasta la fecha en que el autor aborda dicho tema; posteriormente delimita la problemática que desea resolver planteando una serie de preguntas; para continuar con un análisis detallado y conciso que le permite al profesor Quiñones escribir: "De todo lo anterior expuesto, se derivan las siguientes hipótesis, para futura comprobación o reprobación".

¿Qué es una hipótesis?

El término hipótesis y su utilización dentro del proceso de investigación científico es de empleo reciente, quizá las ideas pioneras del historiador William Whewell escritas en 1847 (History of the inductive sciences) y la influencia de la obra monumental de Hegel (1779-1831), Comte (1798-1857) y Federico Engels (1820-1895), como reconocidos pensadores, nos proporcionan ese marco de referencia conocido como método científico; sin embargo, es muy probable que a partir de la obra del gran fisiólogo y médico francés Claude Bernard (1813-1878) sea clásico distinguir en la investigación experimental tres etapas: la observación, la hipótesis y la comprobación, y que es a través del cual que reconocemos que la hipótesis es la brújula que guía la generación de conocimiento científico. De tal manera que cualquier investigador está obligado a formular o plantear una o varias hipótesis, que una vez contrastadas le permitirán generar conocimiento científico. Existen al menos dos etapas de trabajo por las que cualquier investigador pasará. La primera, cuando en sus trabajos iniciales está atento en torno a los hechos de la naturaleza y por lo tanto, REALIZA OBSERVACIÓN, y la segunda, cuando con base en ellos FORMULA ALGUNA HIPÓTESIS, que sometida a la comprobación pertinente, le proporciona los datos o información suficiente para aceptarla o rechazarla. Ambas etapas son importantes, pero la formulación y posterior comprobación de hipótesis, es el punto culminante en la generación de conocimiento científico. Si algún investigador, dependiendo del área de trabajo que esté abordando, no es capaz de formular y comprobar alguna hipótesis, sus resultados son descriptivos y es poco probable que contribuyan a generar conocimiento científico dentro de la etapa teórica. Cuando hablamos de hipótesis, siempre estarán en torno a este tema cuatro preguntas básicas: 1) ¿Qué es una hipótesis? 2) ¿Cómo se formula? 3) ¿Para qué sirve? 4) ¿Cómo se contrasta? A propósito del título, en el presente documento diremos que el término formulación hace referencia al enunciado de un principio, hecho o fenómeno en palabras o símbolos, sean o no matemáticos. Por analogía, diremos que la formulación de una hipótesis es la manera o los requisitos que deberán cumplirse para proceder a redactarla y entonces tener el enunciado conocido como hipótesis; lo cual es diferente al concepto de hipótesis. Por lo tanto, primero hablaremos de la hipótesis como un enunciado y posteriormente como un concepto. Esto a su vez obliga a cambiar el orden de las preguntas básicas respecto al tema, abordándose como sigue: a) ¿Cómo se formula?, b) ¿Para qué sirve?, c) ¿Cuál es el concepto de hipótesis? y, d) ¿Cómo se contrasta? Seguiremos dicho orden en el presente documento, considerando las tres primeras preguntas, la cuarta se analiza en otro escrito. ¿Cómo se Formula una Hipótesis? O Cómo se Redacta una Hipótesis Para analizar la etapa correspondiente a la formulación de una hipótesis, es necesario considerar como punto inicial al proceso de percepción del entorno, que en términos sencillos involucra la utilización de nuestros sentidos. Ya que la comprensión habitual de la evolución del hombre es resultado del hecho de que entendemos dicho proceso explorando la realidad física con nuestros cinco sentidos. Hasta el momento actual hemos sido seres humanos cinco-sensoriales. Este camino de la evolución nos ha permitido comprender los principios básicos del Universo de manera concreta. Gracias a nuestros cinco sentidos, sabemos que cada acción es una causa que provoca un efecto, y que cada efecto posee una causa. De tal forma que el proceso de percepción involucra a su vez cuatro etapas, conocidas como: formación de imágenes, establecimiento de sensaciones, esclarecimiento de ideas y elaboración de conceptos. Estas cuatro etapas en conjunto conducen al proceso de observación. De tal forma que la observación es la utilización de los sentidos para la percepción de hechos o fenómenos que nos rodean, o son de interés del investigador. Entonces, la observación, permite abordar la realidad, esto es, la totalidad de hechos existentes y concretos que rodean los fenómenos que se estudian. El profesor de física David Bohm, del Birkbeck College, de la universidad de Londres dice que la palabra "realidad" está derivada de las raíces "cosa" (res) y "pensar" (revi). Realidad, por lo tanto, significa "todo aquello en lo que se puede pensar". Tal definición tiene la influencia de la física cuántica, que está basada en la percepción de un nuevo orden en el universo. Desde el punto de vista de la Epistemología, existen tres herramientas básicas para abordar a los hechos, o todo aquello que sucede en la naturaleza: observando, midiendo y experimentando. Lo cual puede realizarse en una acción a la vez, o las tres de manera simultánea. Esto quiere decir que un fenómeno se está observando. Por lo que, la observación metódica y sistemática de los hechos, permitirá a través del tiempo, generar información (o datos) acerca de su comportamiento. De esto resulta, que un hecho o fenómeno, podrá observarse en términos de fracciones de segundo, como en una reacción química, o de manera perpetua, como en el movimiento de los planetas, o de alguna variable del clima. Y la disponibilidad de datos a su vez permite observar, medir o experimentar en torno al fenómeno estudiado, todo en un proceso dialéctico. La Etapa Empírica para la Generación de Conocimiento Científico La etapa en la cual se está generando información referente a un hecho o fenómeno, se conoce como etapa EMPIRICA; o de manera atinada, aquella etapa que proporciona experiencia. En esta etapa utilizamos como herramienta fundamental a la observación. Resaltemos la importancia de la observación y su relación con la formulación de hipótesis, analizando algunos episodios de la ciencia que han resultado fundamentales. La observación se define como la utilización intencionada de nuestros sentidos para captar información. En la actualidad se considera que la observación tiene un papel importante en la ciencia cuando está guiada por una hipótesis, tal como lo mencionaba Claude Bernard: "todo el conocimiento humano se reduce a ascender de los efectos observados, a su causa. Después de una observación, se presenta al espíritu una idea relativa a la causa del fenómeno observado; luego esta idea anticipada es introducida en un razonamiento en virtud del cual se hacen experiencias para comprobarla. Por el momento, es necesario hacer notar que la idea experimental no es arbitraria ni puramente imaginaria; debe tener siempre un punto de apoyo en la realidad observada, es decir en la Naturaleza. La hipótesis experimental, en una palabra, debe estar siempre fundada en una observación anterior". La observación científica se da a partir de la selección deliberada de un fenómeno o aspecto relevante de éste, mediante la guía del método científico. Los astrólogos caldeos de los siglos VII y VI a. C., quienes al igual que sus antecesores babilonios, creían que los cielos eran divinos, y por lo tanto identificaban a cada planeta con una deidad (Mercurio, Venus, Marte). Pensaban que observando sus movimientos podían predecir sus intenciones. Si la conducta de los planetas hubiera sido irregular, haciendo algo nuevo cada vez, la tarea de los astrólogos habría sido muy difícil y, probablemente no lo habrían iniciado. Pero dado que los movimientos eran cíclicos y se repetían una y otra vez, la operación no parecía tan difícil y, por tanto, tenía sentido ser extremadamente cuidadoso y preciso en las observaciones. Kidinnu (siglo VI a. C.) calculó el movimiento del sol con una exactitud tal que sólo fue superada en el siglo XX. Cabe recordar que caldeos, babilonios y griegos, carecían de telescopios. El evento que permite generar experiencia y que está ampliamente relacionado con el de observación puede ejemplificarse con la formidable actividad de Tyge o Tico Brahe; él nunca hizo grandes descubrimientos, salvo uno, que lo convirtió en el padre de la Astronomía moderna, fundada en la observación. El descubrimiento estriba en que la astronomía tenía necesidad de datos observados, precisos y continuos. Guardad todos silencio y escuchad a Tico, quien dedicó treinta y ocho años de su vida a la observación del movimiento de los planetas (de 1563 a 1601). Poco se ha escrito e investigado acerca de las ciencias entre los pueblos mesoamericanos. Sin embargo una constante emerge entre lo que normalmente se pone de relieve: la observación detallada y continua de los astros para obtener la precisión de los cálculos astronómicos. Eli de Gortari presenta en su libro, "La ciencia en la historia de México" la siguiente tabla, en la cual es posible comprender la magnitud e importancia de la observación. Período Sinódico CÁLCULO MAYA CÁLCULO MODERNO Luna 29.530864 29.53058877 Mercurio 115 115.667 Venus 584 583.92 Marte 780 779.936 Júpiter 389.6 398.867 La forma, las dimensiones y la orientación de la pirámide maya de Kukulkán están calculadas de tal modo que involucraron las observaciones de los astros conocidos en esa época, y una vez al año, por espacio de veinte minutos en el equinoccio, el juego de luz y sombras en los escalones asemeja una gigantesca serpiente que desciende por ellos. Esto sólo fue posible después de observar los movimientos de los astros y poseer un conjunto de datos sistematizados, como el que se presenta en la tabla anterior. Georg Christoph Lichtenberg, físico, matemático y astrónomo alemán, que nació en 1742, afirmaba que "la observación y el conocimiento del mundo son la base de todo, además hay que haber observado mucho para poder usar las observaciones ajenas como si fueran propias, de otro modo, sólo se leen y quedan en la memoria sin mezclarse con la sangre". Hoy en día todos conocemos aquella teoría que nos dice que el mecanismo de la evolución es la selección natural. Charles Darwin y Alfred Wallace son sus creadores. Aunque el primero siempre se lleva el crédito. Darwin tuvo una gran ventaja al ser invitado a una expedición científica a América del Sur, en el famoso velero "Beagle". Darwin observó las grandes similitudes entre la flora y la fauna que existían entre las comunidades bióticas de los continentes, con aquellas comunidades de islas cercanas y dichos continentes. Para Darwin, tales similitudes y diferencias tenían un significado, una razón de ser. Con el apoyo de las obras de Lyell ("Principles of Geology") y de Malthus ("An Essay on the principle of population"), Darwin postula el mecanismo que rige el proceso evolutivo de las formas de vida de nuestro planeta: la selección natural. En ella se plantea que es el medio ambiente quien ejerce una fuerza adaptativa sobre los individuos, a la cual estos deben acostumbrarse, y por lo tanto evolucionar. A diferencia de Darwin, Alfred Wallace realizó todas sus observaciones en el Archipiélago Malayo, y de forma separada postula el mismo mecanismo evolutivo para las formas vivas existentes. Tanto Darwin como Wallace utilizan a la observación como herramienta principal para tener información. La información anterior son ejemplos grandiosos que dejan claro que la observación de los hechos constituye la etapa empírica para la generación de conocimiento científico, y puede ser en instantes o durante años. La observación de los hechos de la naturaleza aporta datos, producto de la medición de ciertos eventos, o por experimentación.

CARACTERISTICAS DE LA CIENCIA

La ciencia es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, de los que se deducen principios y leyes generales. A continuación enumeramos las características que definen a la ciencia: 1. Fáctica: describe los hechos tal y como son. 2. Trasciende los hechos: descarta hechos, produce nuevos hechos y los explica. 3. Analítica: la ciencia intenta descubrir los elementos que componen cada totalidad, así como las interconexiones que explican su integración. 4. Especializada: es consecuencia del enfoque analítico. 5. Clara y precisa: la ciencia torna preciso lo que el sentido común conoce de manera confusa. 6. Comunicable: la ciencia es expresable y pública. 7. Empírica: la comprobación de las hipótesis implica la experiencia. 8. Metódica: la ciencia es planeada, los científicos saben lo que buscan y cómo encontrarlo. 9. Sistemática: el conocimiento científico es un sistema de ideas conectadas lógicamente entre sí. 10. General: el científico intenta exponer los universales que se esconden en el seno de los propios singulares. 11. Legal: la ciencia busca leyes de la naturaleza o de la cultura y las aplica. 12. Explicativa: los científicos procuran responder por qué ocurren los hechos y cómo ocurren. 13. Predictiva: la ciencia trasciende los hechos de experiencia imaginando cómo pudo haber sido el pasado y cómo podrá ser el futuro. 14. Abierta: no reconoce barreras que limiten el conocimiento. 15. Útil: la ciencia busca la verdad, y la utilidad es una consecuencia de su objetividad

Método científico

Método científicoDe Wikipedia, la enciclopedia libre Saltar a: navegación, búsqueda Este artículo trata de los diversos métodos científicos utilizados históricamente. Para el uso de la palabra en entornos técnicos actuales ver investigación científica. René Descartes, filósofo, matemático y físico francés, considerado el padre de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución científica.El método científico (del griego: -μετά = hacia, a lo largo- -οδός = camino-; y del latín scientia = conocimiento; camino hacia el conocimiento) es un método de investigación usado principalmente en la producción de conocimiento en las ciencias. Para ser llamado científico, un método de investigación debe basarse en la empírica y en la medición, sujeto a los principios específicos de las pruebas de razonamiento.[1] El Oxford English Dictionary, dice que el método científico es: "un método o procedimiento que ha caracterizado a la ciencia natural desde el siglo 17, que consiste en la observación sistemática, medición y experimentación, y la formulación, análisis y modificación de las hipótesis."[2] El método científico está sustentado por dos pilares fundamentales. El primero de ellos es la reproducibilidad, es decir, la capacidad de repetir un determinado experimento, en cualquier lugar y por cualquier persona. Este pilar se basa, esencialmente, en la comunicación y publicidad de los resultados obtenidos (por ej. en forma de artículo científico). El segundo pilar es la refutabilidad. Es decir, que toda proposición científica tiene que ser susceptible de ser falsada o refutada (falsacionismo). Esto implica que se podrían diseñar experimentos, que en el caso de dar resultados distintos a los predichos, negarían la hipótesis puesta a prueba. La falsabilidad no es otra cosa que el modus tollendo tollens del método hipotético deductivo experimental. Según James B. Conant, no existe un método científico. El científico usa métodos definitorios, métodos clasificatorios, métodos estadísticos, métodos hipotético-deductivos, procedimientos de medición, etcétera. Y según esto, referirse a el método científico es referirse a este conjunto de tácticas empleadas para constituir el conocimiento, sujetas al devenir histórico, y que eventualmente podrían ser otras en el futuro.[3] Ello nos conduce tratar de sistematizar las distintas ramas dentro del campo del método científico

¿QUE ES UNA TEORIA CIENTIFICA?

¿Qué es una teoría científica? En nuestro lenguaje cotidiano la palabra “teoría” se usa como sinónimo de hipótesis. Pero en ciencia la palabra “teoría” tiene otro significado: Una teoría científica es un cuerpo lógico de hipótesis, conceptos, relaciones, categorías, experimentos y observaciones (llamados todos juntos “conocimientos”) que cumplen las siguientes propiedades: + Se sustentan en evidencia. + “Explican” las observaciones y los experimentos ya realizados. + Ayudan a formular nuevos experimentos que, a su vez, enriquecen la teoría. + Son autoconsistentes (no hay contradicciones internas) + Son consistentes con el resto de las teorías científicas. + Son calificadas por la reproducibilidad de las observaciones y experimentos que le dan sustento, así como por su lógica interna. + Son útiles. Así las cosas, resulta que el objetivo final de la ciencia es construir teorías… Esto puede sonar muy diferente a lo que nos enseñaron en la escuela, pero recuerden la pobre educación en México y desconfíen de todo lo que aprendieron en la escuela, así se haya instalado tan profundamente en su cosmovisión que sea ya un preconcepto… Esta visión moderna de la ciencia la libera de conceptos tan escurridizos como inútiles, tales como “verdad”, “últimas explicaciones”, “método científico”, “demostrado científicamente”, etc… Veamos un ejemplo, la Teoría de la Evolución: Mucha gente cree que se le dice “teoría” porque aún es una hipótesis… La realidad es que la evolución de la vida es un hecho irrefutable… Se le llama teoría porque lo es en sentido científico: un cuerpo sólido de conocimientos que explican la enorme abundancia de evidencias, que han enriquecido la biología, que son consistentes con otras ciencias y ramas de la biología y, lo más importante, son útiles pues nutren a otras ramas de la biología como la genética o la fisiología celular, a la antropología, a la geología, a la astronomía… Ojo (1): Si tuviéramos que ser justos, a las “leyes de Newton” no las llamaríamos leyes sino “Teoría Mecánica de Newton”… Así, tendríamos a la “Teoría Electromagnética de Maxwell” en lugar de sus “ecuaciones”… La “Teoría de la herencia de Mendel” en lugar de sus “leyes”… “la Teoría Económica del Mercado”… etc, etc.. ¿Porqué a veces usamos las palabras “leyes”, “teoría”, “modelo” o “ecuaciones”? Porqué no hay algo así como un “comité de nomenclatura” que lo decida, sino que elnombre se queda mediante usos y costumbres… Ojo (2) Las teorías científicas están vivas… evoluciona… y a veces mueren… Algunas teorías son tan amplias en su objeto de estudio, como la Teoría de la Evolución, que necesariamente tienen muchos huecos y espacios llenados con hipótesis que a la larga terminan siendo falsas… Otras tienen objetos de estudio tan concretos (aunque sus repercusiones y alcances tecnológicos, epistemológicos, éticos, sociales, etc. Pueden llegar a ser enormes), que permanecen prácticamente indemnes desde que fueron enunciadas por primera vez… Ejemplo de este último caso es la Teoría Especial de la Relatividad de Einstein… Si bien es cierto es una teoría que requirió ser ampliada (la Teoría General de la Relatividad… del mismo Einstein) en realidad desde 1905 se le considera un hecho científico dentro de sus limitaciones (sus limitaciones le imponen el nombre de “Especial”)… Pero más allá de que las pruebas experimentales de más de un siglo (y no cualquier siglo: el siglo del boom de la física) sustentan la Teoría Especial de la Relatividad, lo realmente importante es que es útil… En efecto, dicha teoría ha generado caudales de conocimiento científico y tecnológico… Algún día será superara… sin duda… pero desde ya que se ha ganado la inmortalidad…

CLASIFICACION DE LAS CIENCIAS

clasificación de las cienciasLa unidad del saber ha sido siempre uno de los ideales más tenazmente perseguidos por el pensamiento humano. Muchos filósofos han llegado a sostener que «conocer» significa «reducir a unidad»; consiguientemente, la forma más alta de conocimiento del mundo no podía consistir -según estos filósofos- más que en la inserción de todos los fenómenos en un solo sistema. Y este sistema sería tanto más perfecto cuanto menor resultara el número de los principios necesarios para su fundamentación. La aspiración suprema consistía, pues, en encerrar el mundo entero en un cuadro sistemático basado en un solo principio, aunque el cuadro mismo resultara sumamente complejo y dotado de las más diversas articulaciones. Ludovico Geymonat. op. cit, p. 27 Son ejemplos paradigmáticos la concepción del Ser-Uno y la unidad de la Naturaleza en la filosofía antigua; en la Edad Media el «Ars Magna» de Ramón Llull y la filosofía de Nicolás de Cusa en el Renacimiento; en la Edad Moderna el «sistema del mundo» de Laplace y el sistema hegeliano; y en el siglo XX la Enciclopedia Internacional de la Ciencia Unificada donde Joergen Joergensen escribe: La unidad de la ciencia constituye la fase de aplicaciones de la ciencia en cuanto éstas dependen de la combinación de premisas tomadas de diversas disciplinas científicas en series de indiferencia conexas entre ellas.[2] Pero intentar enumerar todas las ciencias, y elaborar una clasificación unitaria siguiendo criterios fijos se convierte en una tarea difícil, si no imposible, dado el desarrollo de las ciencias no solo en número sino en métodos y criterios de constitución de cada una de las mismas. Con anterioridad a la Edad Moderna podemos hablar de una clasificación de los distintos modos o categorías del conocer en tanto que conocimiento humano racional, bajo las notas de universalidad y necesidad,[3] superando los límites del conocimiento por la experiencia. Aristóteles. Museo del Louvre.Hasta el Renacimiento todo el saber que no fuera técnico o artístico se situaba en el ámbito de la filosofía. El conocimiento de la naturaleza era sobre la totalidad: una ciencia universal. Cuando Aristóteles utiliza los términos «episteme» y «philosophia» no es incorrecto hablar de clasificación de las «ciencias en Aristóteles»; pero con un significado y contenido muy diferente al de «ciencia» en la Modernidad.[4] Las primeras clasificaciones se remontan a Aristóteles,[5] que considera tres categorías del saber: Teoría, que busca la verdad de las ideas, como formas y como sustancias. Este saber está constituido por las ciencias cuyo conocimiento está basado en el saber por el saber: Matemáticas, Física y Teología. Praxis o saber práctico encaminado al logro de un saber para guíar la conducta hacia una acción propiamente humana en cuanto racional: lo formaban la Ética, la Política, la Económica y la Retórica. Poiesis o saber creador, saber poético, basado en la transformación técnica. Lo que hoy día englobaríamos en la creación artística, artesanía y la producción de bienes materiales. La clasificación aristotélica sirvió de fundamento para todas las clasificaciones que se hicieron en la Edad Media[a 1] hasta el Renacimiento, cuando las grandes transformaciones promovidas por los grandes adelantos técnicos[a 2] plantearon la necesidad de nuevas ciencias y sobre todo nuevos métodos de investigación que culminarán en la Ciencia Moderna del siglo XVII. Es entonces cuando aparece un concepto moderno de clasificación que supone la definitiva separación entre ciencia y filosofía. En la Edad Moderna Tommaso Campanella, Comenio, Bacon, Hobbes y John Locke propusieron diferentes clasificaciones.[4] El Systema Naturae (1735) de Linneo, estableció los criterios de clasificación que más influencia han tenido en el complejo sistema clasificatorio de las ciencias naturales.[4] André-Marie Ampère confeccionó una tabla con quinientas doce ciencias.[6] En la Ilustración escribe D'Alembert: «No hay sabios que gustosamente no colocaran la ciencia de la que se ocupan en el centro de todas las ciencias, casi en la misma forma que los hombres primitivos se colocaban en el centro del mundo, persuadidos de que el universo había sido creado por ellos. Las profesiones de muchos de estos sabios, examinándose filosóficamente, encontrarían, posiblemente, incluso, además del amor propio, causas de peso suficiente para su justificación» Discours préliminaire de l'Encyclopedie, París 1929, pág. 61

DEFINICION DE LA CIENCIA

Desde los orígenes de la humanidad nuestra especie ha perseguido afanosamente el conocimiento, intentando catalogarlo y definirlo a través de conceptos claros y bien diferenciables entre sí. En la antigua Grecia, los estudiosos decidieron establecer un concepto que permitiera englobar los conocimientos, la ciencia. Es necesario aclarar previamente que se llama conocimiento a un conjunto de información adquirida a través de la experiencia o de la introspección y que puede ser organizado sobre una estructura de hechos objetivos accesibles a distintos observadores. Se denomina ciencia a ese conjunto de técnicas y métodos que se utilizan para alcanzar tal conocimiento. El vocablo proviene del latín scientia y, justamente, significa conocimiento. La aplicación sistemática de estos métodos genera nuevos conocimientos objetivos (científicos), que adquieren una forma específica. Primero se realiza una predicción la cual es puesta a prueba a través del método científico y sometida a la cuantificación. Por otra parte, estas predicciones de la ciencia pueden ubicarse dentro de una estructura gracias a la detección de reglas universales, que permiten describir cómo funciona un sistema. Estas mismas leyes universales son las que posibilitan saber de antemano cómo actuará el sistema en cuestión bajo determinadas circunstancias Lee todo en: Definición de ciencia - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/ciencia/#ixzz2eMVOqw8C